lunes, 28 de mayo de 2007

Message in a bottle


"Message in a bottle" siempre ha sido una de mis canciones favoritas. Como buen conocedor de la música de The Police que soy, presumo de saber el origen, sino de todas sus canciones, algo imposible incluso para alguien tan friki como yo, si de aquellas que han constituído un hito en la historia de este grupo. "Roxanne", compuesta en una sórdida pensión parisina, tras la Gare St. Lazare, entre un grupo de prostitutas y un ajado cartel del "Cyrano de Bergerac" de Rostand, una canción que aúna el romanticismo y la tristeza de esta gran obra tragicómica; "So Lonely", versión de una canción de Last Exit, primer grupo de Sting; "Born in the Fifties", recuerdos de infancia...


Sin embargo, el origen de "Message in a bottle" se me escapa. Nunca he encontrado ninguna referencia al momento de su creación, ni puedo imaginarme cómo surgió. Y a pesar de todo, es raro el día en que no la escucho al menos una vez. Siempre he percibido un algo inquietante en esta canción, un algo que me atrae y me inquieta a la vez. Un náufrago que lanza al mar un mensaje dentro de una botella, con la esperanza de que alguien lo encuentre y lo rescate de la soledad impuesta que sufre (la soledad en si misma no es mala, incluso a veces es deseable y beneficiosa, pero nunca cuando no es elegida por quien la padece), y lo único que recibe en respuesta son cientos de miles de botellas de otros náufragos, tan solitarios como él...


Todos estamos solos. Apenas rozamos a los demás, y luego estamos solos otra vez. Quizás por eso me atrae tanto esa letra, y por eso he querido titular a mi blog "Náufrago en tierra firme". Hoy en día no hace falta estar en una isla perdida en medio del océano (me viene a la mente cierto reality nefasto) para sentirse solo y abandonado, yo experimento esa sensación a diario en mi pequeña ciudad de la meseta, rodeado por miles de personas, y por este mar de cereal y cielo. Nunca había escrito un blog, y mi primera y última experiencia de un diario terminó abruptamente a la edad de 14 años, cuando sorprendí a mi hermana pequeña leyendolo. Las burlas que tuve que soportar a partir de entonces hicieron que se me quitaran las ganas de poner por escrito ninguno de mis pensamientos o sentimientos. A esa edad, la autoestima está muy verde, y mi hermana nunca ha sido una persona compasiva con las flaquezas ajenas. Ahora, gracias al anonimato que proporciona la red, y a que la soledad que me a veces me impongo empieza a pesarme, he decidido emprender este experimento.

Me gustaría considerar cada una de las entradas como mensajes lanzados al mar. Sólo espero que algún otro náufrago encuentre mis botellas y se acerque a esta isla, aunque sólo sea para saludar. Un roce, en medio de esta soledad.


I hope that someone gets my message in a bottle
El Náufrago

1 comentario:

Pulgón y Lego dijo...

Botella recibida. Nos veremos a menudo.